También refirió que la caravana fue detectada por patrullas del Ejército, por lo que comenzó una persecución e intercambio de disparos.

Para que el resto de los vehículos pudieran escapar, pistoleros que viajaban en una camioneta Tahoe blindada se retrasaron y enfrentaron a los militares, hasta que decidieron rendirse.

La fuente militar consideró que en el resto de los vehículos que logró escapar viajaba un alto mando del Cártel del Golfo, y que sus escoltas se enfrentaron a las patrullas del Ejército para que su “jefe” pudiera huir.

Posterior al enfrentamiento, los cuatro civiles armados se rindieron descendiendo de la camioneta blindada y los heridos fueron atendidos por los militares.

Mientras se bajaban, un oficial ordenó a los soldados que los trataran con respeto y que les dejaran de apuntar cuando ya se habían rendido.

“Hay que ser honorables (con el enemigo), somos elementos del Ejército Mexicano”, ordenaba el mando militar.