10 cosas que guardas en casa y que deberías tirar (sí o sí) al llegar a los 30 años

¿Sigues guardando los apuntes de la facultad y aquel viejo peluche deshilachado? Quizás sea hora de tirar, donar o vender todo aquello que no usas y poner orden en tu hogar

Por El Confidencial

Sí, da mucha pena. Tirar cosas a las que estamos vinculados o a las que asociamos por determinados recuerdos personales cuesta bastante. La nostalgia nos atrapa y no queremos desprendernos de ellas, pero llegados a cierta edad, hay que asumir que vamos madurando y no es necesario guardar todos esos objetos. 

Por eso, lo mejor que puedes hacer es una limpieza en profundidad en tu casa, más si estás a punto de cumplir 30 años o lo has hecho recientemente, ya que es un momento vital en el que se producen bastantes cambios en tu vida. Con 20 años todo es mucho más desenfadado y caótico y, por lo general, se sigue pensando como un adolescente viviendo sin preocupaciones importantes. 

A los 30 los gustos se van transformando y se suele buscar un estilo más armónico a la hora de decorar tu hogar, como las fotografías que de las revistas en las que todo parece perfecto y en su sitio. Sin embargo, lograrlo puede ser una misión imposible si aún conservas en la pared el póster de tu banda favorita de la adolescencia o guardas los CD’s y los DVD’s que no utilizas desde hace años y que lo único que hacen es almacenar polvo. 

Tira, dona, recicla, regala o vende todo ese montón de cosas inútiles que no usas nunca 

Aprovechando el cambio de década y la experiencia ganada en los últimos años, podrás comprobar si realmente eres capaz de tirar (donar, reciclar, regalar o vender, si lo prefieres) ese montón de cosas inútiles que no usas nunca y que merecen una buena jubilación. De este modo, liberas espacio en casa y das oportunidad para cambiar de aires la organización y decoración de tu hogar, dando por finalizada el fin de un ciclo vital. 

¿Cuántas de estas cosas tienes aún en casa?

  • La típica lámpara de techo redonda con pantalla de papel blanco que cualquier estudiante que se precie ha conservado durante años en su habitación, por lo barata y lo estética. Lo siento, pero seguro que ya tiene un color amarillento y, además, es hora de apostar por nuevos diseños.
  • La colchoneta o colchón hinchable para los invitados. Tus amigos, cumplen años, como tú y lo que antes era cómodo, ahora es inaguantable. Es hora de comprar un sofá.
  • Todos esos muebles y accesorios heredados a modo de emergencia para el primer hogar y que se aceptaban porque no se tenía dinero para comprar unos nuevos. Ahora ya no tienen sentido, aunque si te da pena siempre puedes darles una vuelta, cambiarles de lugar, de función o darles una mano de pintura.
  • Las cajas de plástico donde guardas libros, revistas u otros objetos. Olvídate de ellas y busca cestas de fibras naturales o cajas de madera con algún diseño bonito que den un aire más sofisticado a tu casa.
  • Di adiós a los platos plástico y utiliza una vajilla en condiciones (con todos sus platos iguales y no dos de aquí y tres de allá) y si un día sois multitud, usa platos biodegradables. Jubila también los tupper de plástico y quédate con los de cristal.
  • Los viejos peluches de tu infancia (las almohadasmantas y cojinestambién pueden ir en el pack) y los juegos de mesa infantiles. Si están en buenas condiciones regalárselo a tus sobrinos o a los hijos de algún conocido o dónalos a gente sin recursos.
  • Obviamente, deshazte de tu primer (y segundo y tercer) teléfono móvil y llévalo urgentemente a un punto de reciclaje. Tira los libros, apuntes y cuadernos del instituto (e incluso los de la carrera): no los vas a volver a consultar en tu vida. Los vasos de plástico de conciertos y festivales o las taza con fotos o con algún logotipo corporativo. Todo eso es ya pasado.
  • Tampoco tiene mucho sentido que guardes las entradas de cine, teatro y conciertos, los billetes de avión o las entradas a museos y los tickets del metro de todas las ciudades que has visitado. Aquello ya se vivió y hay muchos otros lugares por conocer.
  • Las fotografías puestas de cualquier modo en plan collage, colgadas en un corcho o con un imán en la nevera deben pasar a la historia. Ya es hora de buscar un buen marco para tus fotos especiales o plantearse nuevas opciones con estilo, incluso con láminas vintage o algún cuadro pintón.
  • Las figuritas de personajes de dibujos animados o las muñecas Barbie, por poner un ejemplo, pueden tener una segunda vida en otro hogar, a no ser que las colecciones y las guardes como el mayor de los tesoros. Tregua a los frikis.

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