¿Tienes alguno de estos apellidos? Tus antepasados proceden del Imperio Romano

Gracias a los árboles genealógicos, podemos echar la vista atrás y estudiar dónde apareció por primera vez un apellido, en qué siglo o qué familias lo tienen

Por El Confidencial

En la península ibérica, conforme se sucedieron las civilizaciones, fuimos adoptando diferentes palabras a nuestro vocabulario y a la manera de llamar las cosas, incluyendo los nombres y apellidos. Era común apellidar a los hijos con un apellido derivado de un oficio, de un topónimo o proveniente del propio padre, como Estévez, hijo de Esteban. 

También adoptamos apellidos de otras civilizaciones, como los de origen árabe o los romanos. Pero esto es más complicado de lo que parece, porque no siempre hemos llevado dos apellidos (en la época romana teníamos incluso más de dos), ni siempre se ha bautizado con los apellidos de los padres. 

Sin ir más lejos (o más bien echando la vista muy atrás en la historia), los romanos tenían un sistema muy complejo para nombrar a sus ciudadanos. Como explican en Muy Historia, primero iba el praenomen (nuestro actual nombre propio), el nomen (indicando el nombre del clan de procedencia) y el cognomen (lo que vendría siendo nuestro apellido, que indicaba la familia de procedencia dentro del clan). Un ejemplo podría ser Gaius (praenomenIulius (nomenCaesar (cognomen). Incluso se podía agregar al final un agnomen, reservado para generales que habían logrado alguna hazaña. 

¿Por qué dos apellidos?

Cabe destacar que España es de los pocos países del mundo en el que el uso de dos apellidos es tradición desde hace siglos. Concretamente, fue en 1889, con la publicación del primer Código Civil español, donde se reflejó adecuadamente el uso oficial del doble apellido en el artículo 114: “los hijos legítimos tienen derecho a llevar los apellidos del padre y de la madre”. 

Volviendo al tema de la roma antigua, los apellidos que se conocen de origen romano y que todavía usamos en la actualidad son, por ejemplo, Acosta, con sus variaciones como Lacosta, Cuesta, Dacosta, etc. Romero es otro apellido de origen romano, ya que así se les llamaba a los peregrinos que viajaban desde cualquier punto del Imperio romano a Roma o desde Roma a Tierra Santa. 

Por su parte, el apellido Expósito o Espósito también tiene su raíz en el latín, y viene de la expresión ex positus, que hacía alusión a los niños a los que un padre no reconocía como propios y eran abandonados a su suerte. El apellido Rossi, muy famoso en Italia, hace referencia al color rojizo del cabello o de la barba, y ya se empleaba en el Imperio romano en su forma Rossius

Las mujeres romanas heredaban su nombre según al clan al que pertenecían

Por último, como curiosidad, todas las reglas anteriormente mencionadas en cuanto a nombres romanos se refiere se aplicaban solo a los varones. En el caso de las mujeres, solo se les permitía heredar un nomen, que venía de su clan de pertenencia. Por ejemplo, las “Julias” procedían todas del clan Iulia. Solo se les autorizaba a agregar un cognomen numeral para distinguir su posición en el nacimiento (prima, secunda, tertia).

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