Cómo manejar los desacuerdos típicos en la mesa navideña: qué hacer y qué no

Queremos a nuestra familia, pero no siempre estamos de acuerdo con ella (o nos llevamos bien). Aquí van algunos ‘tips’ que puedes seguir para no acabar a gritos con ellos

Por El Confidencial

Las navidades son una época de felicidad en la mayoría de los casos, para celebrar un nacimiento, disfrutar de comida deliciosa (y copiosa), cantar villancicos, ver luces, pasar frío y, por supuesto, estar con la familia y amigos alrededor de una mesa brindando por la vida. El problema es que, por mucho que queramos a nuestra familia, no siempre tenemos por qué llevarnos bien con ella o estar de acuerdo en todo lo que dice. No la elegimos, al fin y al cabo. 

No hay que olvidar que en Navidad el SAMUR trabaja mucho. Para evitar ponernos violentos o acabar sin hablarnos con la mitad de nuestros primos o cuñados, siempre podemos usar ciertas herramientas para luchar contra el estrés festivo. ‘Psychology Today‘ ha compartido algunas. 

Afirmar valores: sí

Anima a tus seres queridos a hablar sobre los valores que son importantes para ellos, pues es genial estar juntos y es importante alejarse del trabajo y pasar tiempo con la gente. Así, conseguirás que estén menos estresados y a la defensiva. 

Toma cierta distancia

Cuando empieces a sentir que las cosas se ponen un poco peliagudas, no reprimas tus sentimientos: respira hondo y prueba con una ‘lente’ cognitiva diferente. Puedes probar a tener una perspectiva externa neutral, como un científico que trata las cosas de manera analítica. Aunque pueda parecer una tontería, esas técnicas, que se basan en la investigación de Ethan Kross y James Gross, incluso han calmado las tensiones entre israelíes y palestinos en el conflicto de Oriente Medio. 

No olvides la cortesía

Para algo existe. No interrumpir, decir “por favor” y “gracias”, y disculparse cuando hacemos daño, ya sea intencionado o no, son señales que existen en todas las culturas y sirven para mostrar respeto. Es algo fundamental y especialmente difícil cuando no estamos de acuerdo con otra persona, pero sirve para mantener mejor los mensajes y que calen más hondos. 

No interrumpir, decir “por favor” y “gracias”, y disculparse cuando hacemos daño, ya sea intencionado o no, son señales que existen en todas las culturas y sirven para mostrar respeto

Tus opiniones no son hechos

Un ‘creo’ al principio de la frase siempre viene bien, sobre todo porque losestudios demuestran que produce más interés a los que escuchan.Asumimos demasiado rápido que lo que pensamos lo hace igual todo el mundo, y no tiene por qué ser así en realidad.

Haz buen uso de la empatía

En lugar de pedirles a las personas que se pongan en el lugar de las víctimas, lo que a menudo resulta contraproducente, pídeles que recuerden momentos en los que se sintieron de manera similar. Pero también debes conectarte con sus valores y no solo con los tuyos. A los políticos les sucede mucho: son más efectivos cuando se conectan con los valores del grupo, ¿por qué no probar? 

Haz preguntas (y escucha las respuestas)

Las conversaciones auténticas y respetuosas son formas poderosas de salvar las divisiones. Comunica tu curiosidad e interés por aprender. Una mentalidad de crecimiento fomenta la apertura en uno mismo y en los demás, incluso en encuentros tensos. 

No sigas si no ves que las cosas prosperan

Las transformaciones por las que pasa una persona pueden, como muchos fenómenos geológicos, ser tan sutiles y graduales que pasan desapercibidas a corto plazo. Las presiones para evitar o renunciar a las personas que nos defraudan o con las que no estamos de acuerdo son grandes. Pero si adoptamos una mentalidad de crecimiento y apreciamos que el cambio lleva tiempo, es posible que nos sorprendamos de las distancias que se pueden recorrer.

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