¿Por qué lloras?, Eres mucho más linda cuando ríes que cuando lloras”.

Tras pasar toda su infancia en el orfanato y criarse juntas como hermanas, Annie y Candy se vuelven inseparables al punto de prometer jamás abandonar el Hogar de Pony o separarse una de la otra. Tras su décimo cumpleaños (sexto cumpleaños en el manga) y gracias a su carisma, una familia muy rica, los Britter (o Brighton), quieren adoptar a Candy, y aunque la idea de tener una familia le agrada, se niega para no abandonar el hogar de Pony, y especialmente para no romper la promesa que hicieran con Annie. Sin embargo la familia Britter, al ver que Candy no desea ser adoptada, hace el mismo ofrecimiento a Annie, quien acepta sin dudarlo; así Candy ve su inocencia defraudada por los firmes deseos de su amiga de tener padres. En el manga la situación es a la inversa puesto que es a Annie (que también es rubia en el manga) a quien los Britter desean adoptar desde un principio debido a su parecido con su difunta hija, siendo Annie quien se opone pero Candy le insiste para que acepte.

Ha pasado tiempo y Candy espera cada día las cartas que su mejor amiga prometió escribirle diariamente, pero sin resultado ya que el cartero jamás trae algo para ella. Finalmente un día Annie le comunica a Candy que simplemente no escribirá, pues su madre adoptiva le recomienda no permitir que sus nuevos amigos se enteren que procede de un orfanato. Desconsolada, Candy corre a la Colina de Pony y allí se encuentra por primera vez con su “Príncipe de la Colina“, su primer amor, un joven de aprox. 17 años vestido con traje escocés y tocando la gaita, quien pronuncia la frase más popular de la serie:“¿Por qué lloras?, Eres mucho más linda cuando ríes que cuando lloras”.

El “príncipe” se marcha sin decir su nombre, pero pierde un prendedor que Candy conserva como amuleto. Desde ese día, Candy intenta ser adoptada.

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